LOS CAÍDOS SE LEVANTARON

En estas últimas semanas he sido confidente
de un par de amigos que pasan por dificultades
muy terribles, de esas que sólo se les puede
catalogar como tragedias; no diré qué les ocurre, 
para resguardar su confianza en mí.
He estado al tanto de sus historias, de sus vivencias,
de sus angustias y desesperación.
He estado a su lado, como muchos más
para que sepan que no están solos.
Les digo que los acompaño y que los entiendo
y que no juzgaré sus decisiones, sensaciones,
sentimientos, paranoias, ajustes y desajustes,
toda esa locura que acompaña un acontecimiento
de la naturaleza tan desquiciante que están viviendo,
los días se tornaron semanas y sus ataques de pánico
y/o ansiedad se fueron transformando en un poco de calma
sólo un poco, al menos no era la vorágine inicial.
Ya han pasado semanas, casi meses, 
el caso es que han tomado a últimas fechas
decisiones que mucho me temo, me late 
es volver al precipicio.
Quiero pensar que exagero y que es sólo un paso 
más de su proceso de olvido, que es lo que 
sanamente procede en sus casos.
Les amo y espero paciente y con la fe que por obvias razones
a ellos les falta.

Así las cosas: 

Los caídos se levantaron sólo para volver al precipicio